La historia nos ha mostrado que los dictadores no salen por vía democráticas, con excepción de Augusto Pinochet en Chile, los tiranos dejan la democracia a un lado y asumen el papel de autoritarismo y se perpetuán en el poder para seguir lucrando sus intereses y el de sus familias.
En Venezuela este pasado fin de semana se vivió el final de una jornada electoral llena de inconsistencias, mentiras, trampas y un posible fraude de último momento que dio por vencedor a Hugo Chávez, quien lleva 14 años en el poder y que después de los comicios podrá continuar por seis años más con su llamada Revolución Bolivariana que no es más que una dictadura.
Hugo Chávez ha llevado a Venezuela a un atraso sin precedentes, un país sumamente rico en hidrocarburos pero que cada día produce menos petróleo, un sistema de salud deficiente, una infraestructura que no es innovadora ni eficiente, cifras de homicidio llegando a records mundiales, un altísimo costo de vida y lo más preocupante, un apoyo abierto y decidido al llamado “eje del mal” y a los grupos terroristas como las FARC.
Venezuela continuará con un mandato que ha cortado toda participación de la inversión nacional y extranjera, mantendrá una polarización peligrosa y una gran desesperanza de su pueblo para tener un mejor futuro.
El populismo de Hugo Chávez ha sido efectivo durante los últimos años, logró amordazar a la oposición. No existe democracia en Venezuela cuando se dice que hay elecciones, éstas es solo una herramienta de la democracia. Chávez insulta, descalifica y amenaza la oposición de manera sistemática en cada discurso, eso no es democracia. Chávez calla a los medios de comunicación que no difunden sus mensajes populistas, eso no es democracia. Chávez utiliza fondos gubernamentales para hacer campaña política de manera irregular, eso no es democracia. Chávez no es tolerante y no está abierto al debate político sano y necesario, eso no es democracia. Chávez apoya y protege a grupos terroristas como las FARC, eso está muy lejos de ser una democracia.
Colombia seguirá sufriendo al tener en el vecindario un dictador que apoya a las FARC, que está sentado en la mesa de negociación poniendo condiciones y marcando el rumbo del país, algo inaudito e inaceptable. Desafortunadamente para Colombia, Hugo Chávez es el mejor amigo de Juan Manuel Santos, quienes con sus planes oscuros y mentirosos están engañando a sus pueblos. En Colombia debemos estar atentos a los avances de Chávez en nuestro país, no podemos olvidar que siempre ha tenido en mente un plan expansionista que poco apoyo ha tenido en las gentes, pero consolidándose en el poder venezolano y con amigos como Santos, Correa, Morales, Ortega entre otros, podría lograr su cruzada peligrosa para las naciones Suramericanas.
Chávez ganó unas elecciones irregulares y se quedará en el poder, pero se debe reconocer la labor heroica de la oposición venezolana, quienes con tantas desventajas lograron movilizar millones de ciudadanos para hacerse sentir ante tanta opresión e injusticia. Las naciones deben mantener una oposición unida, perseverante, y comprometida con los valores democráticos siempre, es la única forma de hacer un verdadero cambio. Espero entonces que la oposición al gobierno de Santos en Colombia se consolide como un frente sólido y de la batalla para recuperar el rumbo perdido y no permitir una “revolución bolivariana” en nuestro país.
Publicado en Revista Posición, Octubre 10, 2012
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