Un espacio donde se discutirá sobre temas políticos Colombianos e internacionales, buscando mas participación ciudadana y crear conciencia para un mejor futuro.

domingo, 16 de octubre de 2011

Oct-30 o M-19


La carrera para la Alcaldía de Bogotá  está llegando a su fin, con un sin número de actividades políticas. Todos los candidatos están exponiendo sus propuestas para la ciudad capital que en  los últimos años, solo ha tenido pésimas administraciones y hoy se encuentra  en un caos de proporciones inimaginables.  A solo dos semanas de las elecciones, por el segundo cargo más importante del país; los Bogotanos se encuentran en un dilema sobre quién debe ser el nuevo alcalde y líder que tome las riendas de la capital. Según los últimos sondeos de opinión, las encuestas sobre intención de voto  deja un empate entre los candidatos Enrique Peñalosa y Gustavo Petro, y no muy lejos Gina Parody. 

Es preocupante ver como el populismo político tiene tanta sintonía. El candidato del llamado Progresismo, Gustavo Petro, está ilusionando a la población más vulnerable de la ciudad con cantos de sirena. Su posible elección seria un continuismo que podría ser desastroso para Bogotá; sus alianzas y sus amigotes del pasado son bien conocidos por la opinión pública nacional que mira con asombro su cara dura y su engaño. Fue líder del grupo guerrillero y terrorista M-19, quienes con ayuda del dinero del narco terrorista más grande que Colombia haya tenido, Pablo Escobar, lideraron la toma más sanguinaria que ha vivido Colombia, la toma al Palacio de Justicia. A pesar de que Gustavo Petro no estuvo presente el día de la toma, los motivos quizás fueron su detención 15 días antes por porte ilegal de armas, delito por el cual fue condenado a pagar pena de prisión. Motivo este suficiente para estar inhabilitado legalmente de no existir Jueces venales y politizados.

La inhabilidad del candidato  Gustavo Petro para ocupar cargos públicos fue denunciada el pasado mes de septiembre por el periodista Fernando Londoño Hoyos en su programa La Hora de la Verdad.  Gustavo Petro, fue condenado a 18 meses de prisión por este delito. Posteriormente fue indultado por  los delitos políticos derivados a la toma del Palacio de Justicia, pero, por el delito de porte ilegal de armas, por el cual fue juzgado y condenado, no entró en el susodicho indulto. Por consiguiente lo inhabilita para ocupar cargos como servidor público. Durante todos los años que se desempeño de manera ilegítima como senador de la republica, engañó a la nación, a las instituciones  y a la sociedad civil, pues nunca reveló su inhabilidad, y estas no caducan nunca.

Es cantinflesco ver a un candidato que habla de mafias, pero el grupo que él lideró fue financiado por una de las mafias que más daño le ha hecho a Colombia, el cartel de Medellín.  Más curioso es escuchar al señor Petro hablando de “humanismo” cuando fue su grupo guerrillero quien utilizaba el secuestro, el asesinato y la extorsión como forma de lucha para asumir el poder. Este grupo fue quien asesinó a sangre fría al sindicalista José Mercado, y luego  su cuerpo fue abandonado en una calle bogotana. Es esa la historia del país, que muchos vivimos, y que no podemos olvidar, sobretodo en el momento de escoger quién gobierne la capital del país.

Sería un imperdonable error de los Bogotanos, elegir  a quien perteneció a un grupo guerrillero que fue indultado, en un extraño acuerdo político donde los únicos condenados hoy son los militares que justamente defendieron las Instituciones y la Democracia, y los terroristas que realizaron actividades de  violación a los Derechos Humanos, cometieron crímenes de lesa humanidad contra magistrados indefensos y quemaron los procesos de extradición por encargo de la mafia, son perdonados, indemnizados y exaltados como adalides de la moral y la ética. Más grave error es elegir un candidato inhabilitado que no podrá gobernar por el rechazo que generará entre las gentes honradas del país, la gran mayoría.

Gustavo Petro fue fundador del Polo Democrático Alternativo, el  partido político que durante los últimos años ha destrozado la ciudad. A principios del siglo XXI Bogotá, fue ejemplo de innovación y desarrollo. Hoy es una ciudad insegura, intransitable, corrupta y sin norte. Gustavo Petro conoce muy bien a Samuel Moreno, alcalde elegido en el 2006 con el apoyo del aquel entonces senador, y a pesar que durante mucho tiempo fue un soporte del hoy encarcelado alcalde, Petro decidió retirarse del Polo, una jugada de puro oportunismo político, mas no por diferencias en la forma de gobernar, ni mucho menos  de ideologías políticas que tienen hoy a la capital en el limbo.

Sus amistades peligrosas son un elemento más para no permitir a Gustavo Petro gobernar durante 5 años la capital de la república. Con Hugo Chávez, de tiempo atrás. Cabe recordar que la primera esposa de Petro, la señora Marilú Herrán es amiga personal y colaboradora de Hugo Chávez en el Palacio de Miraflores, además,  coordinadora del Instituto Bolivariano de Estudios Latinoamericanos, muy a fin a las posturas socialistas de quien gobierna el país vecino.  Pero quizás es más grave las amistades de su actual esposa, Verónica Alcocer, quien es amiga del colegio y su familia tuvo (o quizás aun mantiene) sociedad con Rina Mendoza, esposa de Miguel Nule, familia bien conocida por haber desfalcado durante los últimos años el dinero público de Bogotá. Es más, el mismo Gustavo Petro señaló que la señora Mendoza le entregó 80 millones de pesos a Verónica Alcocer, presuntamente de una deuda pendiente de la sociedad que tenían, pero no se sabe si este dinero terminó en la campaña presidencial del entonces candidato Petro en el año 2010. Esta cantidad de amistades muy cuestionables, traerían consecuencias terribles para la ciudad, puro clientelismo y corrupción.

Bogotá no puede continuar con mandatos populistas, no se pueden dejar engañar con frases de cajón, pensando en el humanismo como salida a los problemas de la ciudad. Lo que se requiere es un líder competente, que haya probado con sus acciones de servidor público éxitos, verdadero progreso y desarrollo.  Es el tiempo de darle una lección a aquellos que pensaron en un momento que con las armas de fuego podían ejecutar cambios sociales, y que hoy utilizan armas de populismo puro  y demagogia  para manejar la ciudad que debería más bien ser símbolo de desarrollo e innovación en el país y el mundo entero. Es la oportunidad de marcar el 30 de octubre como un día histórico donde la ciudad volverá a tener un norte y todos nos sintamos orgullosos de ella.

¡Pilas Bogotanos! No conviertan este próximo 30 de Octubre en un M-19.